Para el adecuado desarrollo de cada una de las fases de la actividad, las empresas requieren determinados bienes y servicios. En algunas oportunidades, y por la especificidad requerida, estos son comprados a nivel nacional. Sin embargo, paralelo al desarrollo de la actividad en los territorios de operación también han aumentado las compras a nivel regional y se han fortalecido proveedores locales.
En efecto, durante los últimos cinco años, el sector ha invertido más de 50 mil millones para el fortalecimiento de desarrollo de proveedores a nivel local, permitiendo que las empresas locales cuenten con la capacidad técnica y la experiencia necesaria para garantizar el desarrollo de las operaciones. Esto ha permitido, que desde 2013, las empresas hayan realizado compras por más de $54 billones en las zonas de operación.
Sin embargo, desde 2013 se evidencia una disminución progresiva de los montos de compras de bienes y servicios locales. En 2013 se realizaron compras cercanas a los $20 billones, mientras que en 2014 esta cifra disminuyó a $17 billones, en 2015 a $12,5 billones y en 2016 superaron los $4 billones. Esta disminución ha tenido algunos efectos colaterales en las regiones, afectando no sólo la cadena de valor directa sino también el comercio y el empleo, así como otros sectores relacionados con el turismo, el transporte y la construcción.
Como se puede observar en la gráfica 28, a nivel regional al igual que en años anteriores, en 2016 los departamentos en donde se realizó el mayor número de compras fueron Santander y Cundinamarca, en donde se llevaron a cabo $765 y $625 mil millones de compras a proveedores locales, respectivamente.
Pese a que se evidencia una disminución de más del 50% en el caso de Santander y de más del 100% en Cundinamarca, estos descensos se deben principalmente a que la tecnología que se contrata en Bogotá para la fase exploratoria, sufrieron una baja sustancial debido a que las empresas se focalizaron en actividades de producción y no en las actividades de exploración.
No obstante, al revisar el comportamiento en departamentos como Atlántico, Casanare y Bolívar se evidencia una disminución de casi 50%. Entre tanto en departamentos como Huila, Putumayo y Meta, a pesar que se evidencia una disminución, esta no supera el 15% a comparación con 2015.