Anualmente en Colombia se movilizan alrededor de 130 millones de toneladas de carga por vía terrestre; 47 millones de pasajeros se transportan en avión; y el 96% de los cerca de 6,9 millones de vehículos y 10,9 millones de motos, que conforman el parque automotor, se movilizan con gasolina y ACPM. No son cifras menores, es toda la economía nacional movilizada gracias al trabajo, continuo y responsable, de los agentes de la cadena de distribución de combustibles líquidos.
Toda esta dinámica económica se vio reflejada en el aumento del consumo de combustibles en 2022; así lo revela el informe ‘Mercado de combustibles líquidos en Colombia en un contexto de transición energética’, elaborado por la Asociación Colombiana del Petróleo y Gas (ACP). Respecto al año 2021, la demanda total de combustibles líquidos en 2022 creció 14% y alcanzó los 345 mil barriles días (KBD). El consumo de diésel y gasolinas aumentó 12%, mientras que el de jet fuel aumentó 48%. Se espera que en 2023 el consumo de combustibles crezca 2,5%.
Detrás de la garantía del abastecimiento de combustibles a los colombianos está el esfuerzo de los trabajadores de la cadena, conformada por: refinador/importador, transportador por poliductos, distribuidores mayoristas, productores de biocombustibles y distribuidores minoristas. En 2022 se generaron cerca de 150.000 empleos directos y 120.000 indirectos, es decir, 270 mil personas trabajando por el desarrollo del país.
Además de ser un importante generador de empleo, también es una fuente de ingresos para el país. De acuerdo con el informe de ACP, en 2022 el recaudo del Gobierno nacional y de los entes territoriales por impuestos a los combustibles fue de $7,5 billones (17% más que en 2021): $4 billones por impuestos nacionales (IVA, impuesto nacional a la gasolina y el ACPM e impuesto al carbono) y $3,5 billones para departamentos y municipios por la sobretasa a la gasolina y el ACPM. Para 2023, se espera que el recaudo alcance niveles cercanos a los $9 billones.
La cadena de combustibles líquidos, comprometida con continuar aportando a la economía nacional, seguirá haciendo inversiones para mejorar la confiabilidad y calidad del servicio de suministro de combustibles a los consumidores. Además de innovar en la diversificación de la oferta de energéticos para el transporte y contribuir a la reducción de las emisiones de gases efecto invernadero.
Para cumplir estas apuestas por el país, según el informe de la ACP, para 2023 se esperan inversiones por $3,3 billones. Estos recursos se destinarán a mantenimientos en las refinerías, ampliaciones de la capacidad del sistema de poliductos y de plantas de abasto mayoristas, adecuaciones para cumplir el nuevo reglamento técnico, desarrollos tecnológicos, inversión ambiental y social, proyectos de autogeneración con fuentes renovables, investigaciones en hidrógeno y modernización de estaciones de servicio hacia puntos de suministro de multi-energéticos.
Lograr que cada rincón de Colombia cuente con la garantía de abastecimiento de combustibles requiere atender algunos desafíos como mantener las importaciones entre el 20% y el 30% del total del consumo entre 2023 y 2032, desarrollar los almacenamientos estratégicos, ampliar la capacidad de los poliductos, habilitar rutas alternas en regiones apartadas y vulnerables al clima, e implementar planes de Gobierno e industria para la atención a bloqueos en comunidades.
#CombustibleQueNosMueve
2 comentarios en “Combustibles líquidos, un sector dinamizador de la economía colombiana”
Impresionante. Para el 2023 cada trabajador permitirá al estado recoger 33.33 millones en impuestos según sus datos.
Muy buenas métricas, es indudable el valioso aporte económico de esta gran industria al desarrollo de nuestra nación.